Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego a cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrifio vivo, santo y agradble a Dios
Cuando mi hijo Esteban dejó el hogar en el verano del 2006 para unirse al ejército, él conocía la importancia de su decisión. Comprendía, que una vez que entrará en el campamento de entrenamiento de reclutas de la base naval, estaría renunciando a todo aquello por lo que vive un joven. Estaba dejando atrás su libertad, sus guitarra, su música y su novia. Entregó el derecho a hacer sus propias elecciones y a hacer lo que le apeteciese. En efecto, dijo: "Estoy haciendo de mí un sacrificio vivo. Ya no hago las cosas para mí; las hago para el servicio a mi país".
El sacrifio que esteban y miles de jóvenes hacen cuando entran en el servicio militar me recuerda lo que el apóstol Pablo enseñó en Romanos 12:1 En dicho pasaje nos exhorta a que "presentemos nuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios" Esto significa que hemos de entregar nuestras actitudes egoístas y rendirnos completamente a Dios. Debemos procurar ser "santo" en todo lo que hacemos, tener un caráter piadoso( 1 era de Pedro 1:6) el cual es aceptable a Dios .
No fue fácil para Esteban, que valoraba mucho la libertad individual, renunciar a todo por la marina. Pero lo hizo. Y no es fácil para nosotros entragar completamente nuestra voluntad a Dios.
¿estas dispuesto hacer tú lo mismo?
¿Cómo podemos tú y yo ser un sacrifio vivo para Dios hoy?
JDB
Tomado de Nuestro Pan Diario - Publicaciones RBC
No hay comentarios:
Publicar un comentario